26 jun 2013

San Blas



San Blas es un pueblo costero en rápido desarrollo gracias a sus 

numerosas y hermosas playas, la constante actividad comercial 

de su puerto, su rica herencia cultural y su abundancia de aves 

migratorias de todo el mundo. Uno de los más visitados lugares 

en San Blas es el Parque Nacional La Tovara, un interesante 

bosque de manglar al que sólo se puede acceder por bote.




Mexcaltitan



Algunos estudiosos suponen que Mexcaltitán es en realidad 

Aztlán, la cuna de la civilización Azteca que fundó Tenochtitlán 

en el centro del país. Sin embargo, no hay evidencia 

contundente que respalde el hecho de que esta peculiar ciudad, 

construida en etapas concéntricas sobre un lago rodeado por 

manglares, es el verdadero lugar de donde los Mexicas 

partieron para finalmente contemplar a la mítica águila 

devorando una serpiente sobre un espinoso nopal en el Valle de 

México. No obstante, una visita a Mexcaltitán, que junto con 

San Blás constituye la parte final de la Riviera Nayarit, es una 

parada obligada en su recorrido por esta hermosa región de 

México. No olvide comer la tradicional sopa de albóndigas de 

camarón y visitar el interesante museo de sitio.

22 jun 2013

Destino NAYARIT







Aventurarse a los amplios espacios abiertos de la Riviera Nayarit a bordo de un vehículo todo terreno es quizá una de las mejores opciones para explorar este destino, pues le permitirá vivir al máximo cada uno de los diferentes escenarios que la componen; desde el verdor intenso del bosque tropical nayarita, hasta los tonos pardos de las montañas que forman la impresionante Sierra Madre Occidental; bordeando siempre, claro está, el profundo azul del Océano Pacífico que baña las doradas costas de Nayarit.
 

Los pueblos y ciudades de la Riviera Nayarit cuentan con atracciones para todo el mundo: poblados pesqueros de relajada atmósfera típicamente mexicana, como Lo de Marcos y Rincón de Guayabitos, en donde se puede disfrutar un hermoso atardecer sin más compañía que un par de cervezas bien frías y el sonido de las olas rompiendo sobre la dorada arena. La Riviera Nayarit también presenta grandes complejos hoteleros que son prácticamente una microciudad en sí mismos, con marinas, campo de golf, restaurantes de etiqueta y spa, como los ubicados en Nuevo Vallarta y Punta de Mita. Al hospedarse en un resort de gran lujo, su única preocupación será qué actividad emprender, qué tratamiento de belleza aplicarse, o qué bar visitar: si el que está frente a la playa o el de la alberca.
 





El desarrollo turístico conocido simplemente como Flamingos 

se encuentra muy cerca deNuevo Vallarta, en la Riviera 

Nayarit. Esta área cuenta con grandes hoteles, resorts y 

condominios de gran lujo, mismos que rodean un hermoso 

campo de golf profesional diseñado por Percy Clifford. Hay uno 

más ya en construcción, para sumarse al ya existente y a las 

demás opciones de diversión acuática que el Océano Pacífico 

permite.



Bucerías es un tranquilo y encantador poblado que lo 

conquistará desde su primera visita. Localizado a tan sólo 16 

kilómetros del Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta, 

Bucerías cuenta con restaurantes de clase mundial que 

preparan todo tipo de delicias, pero sobre todo platillos con 

fresco sabor a mar. Los más acogedores hoteles se encuentran 

aquí, rodeados de un relajante entorno natural y salpicados de 

una alegre atmósfera típicamente Mexicana.


19 jun 2013

Confunden a gobernador de Nayarit

Tras la emoción y nervios de tener por primera vez la Feria más grande de Chihuahua capital, que unió a Santa Rita con ExpoGan, Pedro Ferreiro, presidente de la Unión Ganadera, en su breve discurso previo a la gran inauguración, confundió al gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval con el gobernador de Colima.


 es que ante la presencia de cientos de invitados en la explanada ganadera, los nervios traicionaron al presidente, que al momento de saludar al presídium, agradeció la presencia del gobernador de Colima. 

No obstante, el público se rió del error, por lo que despistadamente, Ferreiro Maíz rectificó y saludó al mandatario del estado de Nayarit, Roberto Sandoval. 

Cabe recalcar que en esta ceremonia de apertura estuvieron varias personalidades encabezadas por el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez.

7 jun 2013

San Pancho México genuino


 San Pancho
México genuino
Riviera Nayarit, México
Aunque la crisis económica que 
afecta a Estados Unidos ha 
golpeado fuerte a México, sobre 
todo en términos turísticos, es 
evidente que la fisonomía de 
Riviera Nayarit cambiará en los 
próximos años, para bien o para 
mal. Hacia el norte existen 
proyectos, aunque medio parados, 
como Litibú –que impulsa Fonatur
, el mismo organismo estatal responsable de otros “desarrollos”
 como Ixtapa o Huatulco– y, a unos pocos kilómetros de 
Sayulita, playas aún desconocidas como
San Pancho o Lo de Marcos, que seguramente crecerán a 
futuro, sobre todo cuando se termine de construir una 
carretera de cuatro pistas que vendrá desde Nuevo Vallarta 
para reemplazar a los poco señalizados caminos de una pista 
que hoy unen a todas estas playas.
Por ahora, sin embargo, se trata de dos sitios que ofrecen uno 
de los rasgos más notables de esta parte de la costa mexicana: la 
mezcla. Claro. Por un lado están los clásicos megahoteles de 
Nuevo Vallarta, luego las exclusivas villas de Punta Mita, más 
allá la onda hippie-chic de Sayulita y, por último, playas 
típicamente mexicanas como San Pancho o Lo de Marcos.

San Pancho es un silencioso pueblo con calles empedradas y 
casas de colores, que antiguamente vivía de la extracción de 
aceite de coco, y que ahora, cada vez más, está viendo cómo 
llegan turistas –sobre todo canadienses– a pasar largas  
temporadas frente a su extensa playa de arenas cafés, también 
con buenas olas para el surf.
En San Pancho no hay mucho que hacer salvo pasear un poco 
por su arbolada plaza, comer algo en el bistró orgánico del 
pequeño y mejor hotel del pueblo, Cielo Rojo, comprar alguna 
artesanía huichol –los indígenas de Nayarit, que elaboran unos
 preciosas figuras de animales decoradas con mostacillas de 
colores, llamadas chaquiras– y, claro, pasar la tarde completa
 en la playa, bebiendo cerveza con los pies en la arena, bajo la 
sombra de una palapa. ¿Habría que querer algo más?

Sayulita


Hace tres años nadie sabía qué era Riviera Nayarit. Es más: ni 
siquiera se llamaba así. Hasta que a la oficina de turismo local 
se le ocurrió ponerle un nombre más marketero, éstas sólo eran 
las playas ubicadas al norte del conocido Puerto Vallarta, en el
 estado vecino de Nayarit. De hecho, los puntos de mayor 
desarrollo de Nayarit son un sitio llamado –vaya originalidad–
 Nuevo Vallarta, donde se alinean varios megahoteles frente al 
mar sin demasiada identidad, y una bella  marina, dicen que la
 más grande México, llamada La Cruz de Huanacaxtle.



Sin embargo, hay una playa que ya figuraba hace tiempo en los
 mapas. En rigor, desde fines de los sesenta, cuando un grupo de
 surfistas hippies gringos encontró aquí su propio paraíso en la 
Tierra y se quedaron a vivir para siempre. Ese lugar se llama 
Sayulita. Sayulita no es precisamente una playa de postal. 
Aunque está flanqueada por palmeras, sus arenas son de color 
café, granuladas –así es en general la costa de Nayarit–, tiene 
olas que pueden alcanzar cuatro metros en temporada (de 
noviembre a mayo) y un río que desemboca justo aquí, y que en 
época de lluvias trae todo el barro desde la sierra, enturbiando 
sus aguas. Pero lo que le falta en belleza –que es poco, en 
realidad–, le sobra en onda. Todo aquí es muy surfer y hippie, 
un sitio que mezcla pequeños bares en la playa con tiendas de 
diseño y pequeñas boutiques en el centro donde los precios 
pueden ser realmente elevados.
Por decirlo de algún modo, el look oficial de Sayulita incluye 
los bermudas Quicksilver, el torso desnudo y flacuchento, la 
barba descuidada, el pelo ensortijado y rubio quemado de tanto 
sol y, ciertamente, las tablas de surf.

En el pueblo –colorido, desordenado, ruidoso– pululan 
gringos/as, canadienses, franceses/as y mexicanos/as que o están 
tomando clases de surf o están bebiendo Coronas, Dos Equis o 
Pacíficos en la playa, o están bronceándose bajo el sol mientras 
los vendedores ambulantes también pululan con collares de 
conchitas o sospechosas joyas de plata que ofrecen casi siempre en inglés.
Sayulita, en ese sentido, no es un mundo aparte como Punta 
Mita. Aquí caben y entran todos, siempre y cuando estén 
dispuestos a practicar la principal actividad de este lugar –más 
allá del surf– que es: hacer nada y sentarse a mirar cómo pasa 
el tiempo (y, de vez en cuando, darse un chapuzón en el mar 
para aliviar el infernal calor de Nayarit, que fácilmente supera 
los 30 grados, con muchísima humedad).
Por estos días, en todo caso, la tendencia en Sayulita es el yoga. 
En las afueras del pueblo –donde hoy se construye un exclusivo 
condominio de casas privadas– un par de hoteles-refugio se ha 
convertido en uno de los mayores símbolos del lugar. Uno de 
ellos es el Haramara Retreat, un escondido conjunto de 
bungalows construidos sobre una loma, en medio de la selva, 
abiertos, sin luz eléctrica, sin ventilador ni aire acondicionado, 
donde gente de distintas partes del mundo, vestida con túnicas 
blancas y sandalias, llega a meditar y purificarse y a convivir en 
paz con las diversas especies de bichos que abundan por aquí: 
cangrejos, lagartijas, mapaches, murciélagos. Nadie se queja, 
por cierto. Al contrario: todos andan relajados, porque es 
justamente lo que buscan en este lugar. Un sitio que es “muy 
Sayulita”, como suelen decir por aquí.


CEA concluye en tiempo y forma la instalación del Colector en Av. Tecnológico

Tepic, Nayarit; 20 de diciembre de 2018.-La Comisión Estatal del Agua (CEA),  finaliza trabajos correspondientes a la instalación del C...